Análisis Infamous: Second Son

Uno de los títulos que se esperaba que conmoviera el catálogo y a los usuarios de Playstation 4  para hacerse con la nueva consola de Sony ha llegado mercado. Un juego que vuelve a abrir una saga cerrada en Playstation 3, pero que nos trae un nuevo personaje y una nueva historia, más juvenil, descarada, pero también más vacía de contenido.

Estamos ante un juego que destaca en todo momento por su calidad gráfica, aunque todavía no he comprobado ese salto de calidad que puede traer una nueva generación de consolas. Si bien es cierto que los efectos de luz, sombras, expresiones faciales, una gran sensación de profundidad o ausencia de popping, hacen que el juego brille, otros aspectos como una ciudad de tamaño algo reducido (comparado con Grand Thef Auto V por ejemplo), ausencias de sombras en ciertos reflejos o incluso pasar por charcos y que no se creen ningún efecto, empeña un entorno gráfico general más que notable. 

Su historia cuenta cómo Delsin Rowe, un joven sin preocupaciones, adquiere los poderes de conductor después de que un convoy del DUP (un departamento que protege del bioterrorismo) se accidentara. Para no desentrañar más la historia, solo comentar que estamos ante un guión más joven y fresco, pero que puede que no guste a todo los aficionados. Los dos primeros títulos de Infamous contaban con historias más oscuras y maduras, y este cambio de visión puede que no guste a todos.

En cuanto a la jugabilidad, conserva los pilares básicos de sus antecesores, buscar poderes nuevos y mejorar a través de unas piedras que absorbemos para conseguir su poder. Hay que decir que los diferentes poderes son muy espectaculares y que en ciertos momentos estamos ante una fiesta de luz y explosiones digna de ver.

El juego se hace corto, llegando como máximo a las 10 o 12 horas de duración, podemos realizar misiones secundarias, pero la realidad que son bastante monótonas.

Infamous: Second Son se convierte en la primera gran apuesta de Sony para su nuevo consola, pero lo cierto que a pesar de ser un buen juego, no es lo que los aficionados esperaban como revolución jugable y gráfica. Por el contrario, sienta buenas bases para los sandbox del futuro.